martes, 22 de septiembre de 2009

lo que fué


Mi corazón se expande, necesito más espacio, más...
Ya la carne ha dejado de ser consistente y la sangre fluye a borbotones por las venas, como un mar embravecido, violento e hirviente.
Las olas de mi sangre van una y otra vez orillando me las fibras más sensibles de este ínfimo cuerpo que te siente, mareas y mareas de estrellas cubren mi imaginación y mi cabeza.
Una luna enorme hecha de arena me agobia hasta la desaprecian, el cielo de la boca ya no es azul, negro o violeta, el cielo de la boca es una tormenta de sangre palpitante que hace naufragar cada minuto a la indiferencia.
Sin tu presencia, el pecho se vuelve rompeolas,cada vez más pequeño, se diría a punto de desaparecer con un ultimo latido desesperado.
La angustia recorre senderos equivocados y en vez de bajar, sube por caminos imposibles, para acabar en un torrente seco.
La calma, no, ni siquiera es calma, es un simulacro sin esperanza donde horas y minutos pasan como nubes imperceptibles, así es tu ausencia.
Y mientras, para mi me pido la locura de inventar palabras nuevas que puedan expresar lo que no he dicho, lo que aun me tortura.

1 comentario:

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

Fuego sale de tu boca, fuego sale de tu corazón, fuego sale...fuego queda... Ya saldrá todo, ya se apagará esa llama que te quema, que te sigue quemando.
Un abrazo