jueves, 23 de julio de 2009

yo confieso


Que espero hacer con este dolor tan infame, tan desleal, este dolor que ya no tiene retorno, que no es más que una desazón que me provoca en el alma un odio feroz.

No lo sé, estoy intentando destruirme de forma sistemática, pero no es eso lo que deseo, lo que yo deseo es a ti, es tú amor, es esa mujer que con una sola palabra me hace feliz o me vuelve loca de dolor y rabia.

He vivido mi vida de mil formas, conozco la caída en picado a los infiernos del alcohol e incluso de alguna otra forma de muerte.

He vivido el amor y la pasión desesperadamente, la vida con ansias, con avaricia, he sentido el dolor del abandono, del desamor, de la soledad sin limites, esa soledad que una no desea y que se te clava en el corazón y te hace llaga.

He amado y me he sentido amada, he hecho daño y me lo han devuelto de mil formas multiplicadas. He visto paisajes tan hermosos, que daría mi vida por no olvidarlos jamás.Ciudades tan bellas que hubiera dejado todo por vivir para siempre en sus calles, en sus jardines, en sus bosques.

He tenido la dicha de leer los más bellos poemas, los libros más hermosos y quizás los más sabios, he escuchado las más bellas canciones, las melodías más sublimes, he contemplado bellísimas películas, hermosas obras de teatro, historias que hubiera deseado con envidia mal sana haber creado yo, aunque solo hubiera sido un solo verso, que fuera tan hermoso, que nadie pudiera nunca olvidarlo, hubiera dado mi alma al diablo por ello, pero hasta el diablo parece huirme.

En fin, no puedo decir que mi vida no haya sido intensa, trabajé como la primera, amé mi trabajo con pasión, solo por que mis materiales eran humanos, dolientes, sensibles como cualquier poema, como cualquier historia triste de seres que sufren.

Y sin embargo, el dolor, me tiene atenazada, la desesperación me ha destrozado, me está destrozando la razón.

Me vuelve irracional y en mi paranoia, pienso que nadie me ayuda, se que no es cierto, se que nadie, si no yo misma, puede hacer nada por mi, sin embargo algo me empuja a la desolación y el abandono.

¿ Que puedo hacer ?, me pregunto llena de incertidumbre, que puedo hacer si nada me consigue sacar de este ensimismamiento atroz, de esta absurda forma de flagelo que me estoy propiciando.

Solo tú, solo tú, me digo, pero tú no puedes cargar con mis historias, tu huyes de mi presencia, provocando con tú ausencia toda la pena desconocida de este mundo en mi corazón.

Tú que no quieres sufrir más, que no quieres ni puedes seguir el camino que hubiéramos deseado las dos, eres lo que hace que me aferre a esta vida tan vacía y gris sin ti.

Tú que no quieres que te hable de amor, cuando en cada uno de mis poros el amor tiene tu no nombre, tu que no deseas que sufra, eres la dueña del castigo, ! que ironía !.

Tratare de salir, porque no puedo imaginar ser tan cobarde, tan estúpida, que no pueda hacerlo para llegar alguna vez hasta ti.

Aunque solo sea una vez, para poder susurrarte al oído, te amo como no sospechaba que pudiera amarse, te amo con la determinación que da la necesidad de sobrevivir.

No quiero más, solo un segundo cerca de tu oído, cerca de tu corazón.

4 comentarios:

Begoña S.R. dijo...

Un amor tormentoso, pero amor al fin y al cabo.
En estos casos solo queda llegar a amarse a uno mismo con esa misma intensidad, así se rompe la dependencia y llega la calma

Besos

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

...Los caminos de la autodestrucción, sólo los podemos atajar nosotros mismos...Yo pienso que cuando uno no es capaz de hacerlo solo, debe acudir a un profesional, llevar una terapia adecuada ¡por supuesto, nada de psicoanálisis!. A veces es el único camino que no tomamos: el de querer solucionar las cosas de verdad, y seguimos divagando por el mundo, enredándonos por las ramas, que auque sean amorosas, no pueden solucionar nuestras encrucijadas. Sólo hay que poner manos a la obra. Con voluntad.
Ánimo, se puede hacer.

HUMO dijo...

Se puede, se debe!

=) HUMO

Mar Cano Montil dijo...

Querida Nines:

ante todo, darte las gracias por unirte al homenaje a los Desaparecidos en "Mar adentro", muchísimas gracias por tus palabras y por todo lo que aportan...

Vengo a tu casa y descubro dos sorpresas a cual más agradable:

- que eres una escritora pasional, vehemente, de las que describen los sentimientos como el agua cristalina de un río... y que me ha encantado encontrarte...

- ¡qué eres amiga de Begoña (Murcia), una de mis más entrañables amigas bloggeras y poeta donde las haya sin parangón...!

¡No sabes lo que me alegra que me hayas visitado, porque así también te he encontrado yo!

Un abrazo fraternal.