lunes, 11 de julio de 2016

Yo lo vi, 

estaba sentada, con un libro cualquiera entre las manos y de pronto, un fogonazo blanco y rojo, salio de mi cabeza, lo supe al instante, " eso era mi alma", yo que soy bastante incrédula, o bueno, incrédula total, la verdad no se como supe que el alma, tanto tiempo sin pensar en ella y hay estaba,, siempre pensé que el alma, estaría por hay, por la zona del corazón, y no, salio de mi cabeza y subió como un cohete traspasando el techo y desapareciendo

Me quede quieta, asustada y como si soñara, solo recuerdo que pensé, bueno, se fue, solo eso pensé.
Con el paso de las horas, comencé a preocuparme ¿ que haría yo sin alma?, yo no tenía una respuesta, y pensé de nuevo, parece que no pasa nada, todo era igual que siempre, es más, supe que me había liberado de un peso enorme,

Ahora solo tenía que elejír, entre mi corazón, mis tripas y mi cerebro, ya no era necesario que me preocupara de algo tan invisible y volátil, seguí meditando pero no sentí mas con amargura en el alma traidora que me había abandonado,

A si que ejecute rápidamente la sentencia de los sin alma, ver la pura realidad, sin miedo ni complejo, total, el alma era mía

, de nadie, mas, desde que no tengo alma, vivo mas tranquila.
nines

 Esta foto, es un homenaje a mi padre, siempre recuerdo su look, gorra castellana y martillo, el martillo, por cierto, que era de mi abuelo paterno, pero el hombre lo heredo y era como su Tablet personal.
Bueno, todo esto viene al caso, por que recuerdo que algunas veces íbamos al monte, y yo, que era una niña muy espabilada, me ponía a leer tebeos, y como mucho, a mirar no muy de cerca algún hormiguero, no por miedo, es que me parecía  que cada cual tenía que hacer su vida.
Mi padre, por otra parte, me fomentaba el asunto campero de la siguiente manera, sacaba una púa, y con el martillo, la clavaba en un árbol, para colgar la chaqueta, ( en aquellos tiempos la ecología no se había inventado).
Después, agarraba una rueda, que siempre había por las carreteras ruedas y con una cuerda, que también se ve que siempre tenía a mano, me hacía un columpio.
A estas alturas, ya era hora de sacar la bota, la gaseosa y empezar a pensar en que chiringuito hacíamos la próxima parada.
Fijaros si era mañoso mi viejo, que como el 133 amarillo, no tenía agarradero, ya que no era un cochazo,  y ante el peligro de que mi madre se estampara en cualquier frenazo del fitipaldi de la gorra, agarro un tirador de puerta, de esos de plástico duro y con dos tornillos se lo instalo a la doña para que no se fuera a dejar los dientes en el cristal y de paso ahorrarse el alguna bronca.

Por eso, me da tanta envidia el papa de Betty, el era NUTRIERO, dios, eso sonaba muy salvaje, yo jamas vi una Nutria, ni un rio que las tuviera, pero ella, en el campo, si las veía, encima como es medio india, andaba a lo salvaje meandoles la cabaña a sus primas, ( cabaña en la que jugaban), en fin, eso era una vida, lo mio tampoco era manso, me tiraba por la barandilla de la escalera los tres pisos, o bajaba escalones de 5 en 5, pero no es lo mismo.
Bueno,otro día os cuento mas cosas.

Nines,