Hay vino el berengenal, dejé mi vida alla donde estaba y no conseguia hacerme de una vida nueva aqui en mi pais, algo había cambado, yo habia cambiado, ya no reía igual, no me parecía ser yo misma, era alguien triste, mas desconfiada, muy cansada.
entonce llego eso, esa cosa minúscula, un muñeco de cuerda y peluche, que me mordía los dedos, me chupaba la cara y me rascaba la cabeza.
Es sencillo, ella no me visita, ella me vive y yo soy feliz y ella mas.
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