sábado, 21 de abril de 2012

Todos los minutos de la vida, se quedaron en silencio, no más tic tac, el tiempo inexorable, se conjelo en el mas frio de los segundos, donde la soledad alcanza la temperatura del tempano.
Sin embargo, el corazón, sigue latiendo, como una bomba automatica, sigue latiendo, el maldito corazón, no se congela y solo parece detenerse un instante, para meditar sobre tanta torpeza.
La vida deja su calor natural y crea el más puro y transparente de los rios, helado, pero no muerto, helado, pero no vacio.
Y el alma en desasosiego, recorre el rio helado y silencioso, buscando un palpito de vida, algo que jamas podra vislumbrar, de tan agonico y desesperado que se haya.

No hay comentarios: