
Te soñé tantas veces..., apenas si tenía 14 años, seguramente, alguno menos y con la música de sueño de amor eterno, de Lisz yo te vivía, eras un sueño, auténtica vida interior para mi...
Tarde muchisimos años en conocerte y supe, que eras tu, que nadie, nadie mas podía ser mi sueño de amor eterno, había pasado tanto tiempo y tu eras la única persona, que me hacía sentir en el corazón esa música.
Y cuando sucedió todo, cuando el sueño se murió, solo me quedó la eternidad para seguir queriéndote, sin corazón, sin aire, sin más palabras.
Sueño..., sueño y eternidad, solo un sueño...
1 comentario:
Delicado, hermoso y plagado de nostalgia...
Ya dijo Calderón que "la vida es sueño", ¿no será que el sueño, en realidad, es la vida?
Un besito, Nines.
Publicar un comentario