viernes, 4 de noviembre de 2011

todo habla



Y vino el sol para decirme, que la piel aun tiene esperanzas, después el viento me contó de la brisa sobre el rostro como una caricia dulce, mas tarde, el río me enseño los pasos del camino, seguros y firmes, sin retorno, solo con la esperanza de seguir siempre el destino.



Vino la luna blanca, para hablarme del árido silencio, de la fría distancia de algunos sentimientos.



Las estrellas me hablaron de nuevas esperanzas, soles que renacen sin importar cuanta lejanía nos separa.



Me hablo el mar del retorno seguro, de la arena que espera la huella del destino, del murmullo quebrado en cualquier roca, de la vida, que siempre pide su retorno.



Me hablaron las ramas renacidas de los olmos, las flores nuevas, las aves que se alejan y se llevan en su vuelo, las nuevas esperanzas...



Todas las cosas me hablaron, y yo, no quería escuchar, solo querría el triste silencio del pasado, pero tercamente la vida me habla, me insiste y al final, yo escucho...