Me desperté en el bosque, aturdida, sin saber donde estaba. Me encontraba sobre una hoja enorme, a modo de cama, jamas había visto una hoja tan grande..., me incorpore un poco y pude observar que todo era jigantesco, los arboles, las flores, los matorrales... y lo que era más preocupante,los animales eran enormes.
Entre sorprendida y asustada, trataba de recordar como había llegado hasta allí.
Podía recordar la pared y el silencio, miraba la pared toda blanca, vacía y el profundo silencio que se calaba dentro de mi, hasta llegarme al alma, sin posibilidad de escapar, sin querer escapar.
Yo miraba aquella pared tan vacía, cuando por arte de magia,comenzaron a surgir las palabras, como si una mano invisible las estuviera escribiendo, solo decían:
SOY UN HADA DE UN BOSQUE ENCANTADO.
Una y otra vez la misma frase, una y otra vez, mis ojos la recorrían hipnotizados, sin poder cerrarse.
No se cuanto tiempo pasó, pero como en un trance, me vi flotando hacia la pared...y desperté aquí.
Cuando me incorpore del todo de la hoja que me había servido de lecho, sentí como un temblor en mi espalda, asustada, estire el brazo tratando de tocar la zona que parecía dormida.
! Tenia algo allí !, con cuidado pase las puntas de mis dedos y note la membrana, pensé que una mariposa enorme se había posado allí.
Pero no, eran mis alas, las alas del hada del bosque encantado... estaban naciendo.
Supe que pronto aprendería a volar, también supe que el bosque no era tan grande, es que yo, era ahora un pequeño ser capaz de tener luz propia.
Por fin me sentí feliz y pude escuchar el canto de los pajaros y el murmullo del viento.
Por fin, se fue el silencio.
